domingo, 9 de enero de 2022

LA TEORIA DE LA MENTE Y LAS NEURONAS ESPEJO

 

LA TEORIA DE LA MENTE Y LAS NEURONAS ESPEJO

Las neuronas espejo y la teoría de la mente son dos herramientas que nos ayudan a conocer la naturaleza social se nuestro cerebro. Podemos ver cualquier película sin que un narrador nos explique lo que ocurre. Por ejemplo, supongamos que vemos una escena en la que dos personas coinciden en un ascensor. Es sencillo adivinar si se conocen o no observando todas las señales no verbales que se desprenden de la posición de su cuerpo, la mirada, la distancia entre ellos, etc. En otras secuencias ocurriría lo mismo. No necesitaremos, por ejemplo, que nos dijeran que lo que vemos es una reunión de trabajo. Podremos intuir quién es el jefe y quiénes los subordinados. Sabremos incluso si son periodistas, policías, etc. sin la ayuda de la voz en off de un locutor que lo explique. Leemos las escenas con naturalidad. Y no sólo eso, podremos saber si uno de los personajes está enfadado e incluso anticipar sus intenciones. No solemos prestar atención a este hecho porque descifrar las relaciones o interacciones sociales es algo completamente natural para nosotros. Lo hacemos sin ningún esfuerzo y no es un truco de magia. Es lo que mejor hace nuestra mente social. Cuando hemos hecho un comentario que ha sentado mal a un amigo, lo notamos. No hace falta que confirme su malestar. Para nosotros su reacción aporta mucha información a pesar de que él pueda negar sus sentimientos.

Del mismo modo, podemos intuir qué necesita observar en nuestro comportamiento alguien que necesita nuestra ayuda. La teoría de la mente y las neuronas espejo participan en este proceso.

La teoría de la mente es la capacidad que tenemos de inferir pensamientos en otras personas. Tenemos teoría de la mente desde el momento en que somos capaces dar por sentado que los demás tienen una mente como nosotros y, por lo tanto, podemos hacer hipótesis sobre lo que podrían estar pensando. Se observa en los niños a partir de los 3 ó 4 años.

Los primeros estudios sobre la teoría de la mente intentaban conocer el momento en que aparece en los niños. Con ese objetivo, trataban de valorar a qué edad eran capaces de detectar falsas creencias en otras personas, como cuando hemos cambiado las llaves del coche de sitio y sabemos que nuestra pareja las buscará donde suelen estar. Sabemos que creerá, de forma equivocada pero lógica, que estarán donde siempre. Sin embargo, un niño que no tiene teoría de la mente afirmará que buscará las llaves en el nuevo lugar donde las hemos dejado. El niño sin teoría de la mente no anticipará que nuestra pareja pueda tener una idea errónea porque no se sitúa en la mente de otra persona, si no que observa lo sucedido sólo teniendo en cuenta su propio punto de vista.

 


https://www.youtube.com/watch?v=Ma8dXIF23Do

No podemos ruborizarnos si no es gracias a la teoría de la mente, porque somos conscientes de que otros nos están mirando y, por lo tanto, intuimos que tienen pensamientos relacionados con nosotros. Hacemos uso de esta habilidad todo el tiempo y por ese motivo, no necesitamos que nadie nos explique para qué se han dibujado unas flechas en el suelo en las entradas y salidas de algunos edificios. La teoría de la mente es algo esencialmente humano que no se observa otros mamíferos.

El historiador y escritor Noah Harari afirma que lo que ha permitido al ser humano evolucionar por encima de otros animales es nuestra capacidad para coodinarnos con otras personas. Y, además, podemos hacerlo en torno a un mundo artificial creado por nosotros. Los animales no entienden el concepto de la moneda, o la existencia de fronteras o religiones. Pues bien, esa capacidad no sería posible sin la teoría de la mente.

Existen dos tipos de teoría de la mente, una cognitiva por la que podemos anticipar pensamientos en otras personas, y otra emocional, que nos permite saber lo que otras personas pueden estar sintiendo.

Nuestra mente social se complementa con otra habilidad, la que aportan las neuronas espejo. En 1996 Giacomo Rizzolatti y su equipo de la Universidad de Parma estaba estudiando el cerebro de monos cuando descubrieron, por casualidad, unas neuronas que no sólo se activaban cuando los monos hacían ciertos movimientos, sino que se ponían en funcionamiento también cuando veían a otros hacer un movimiento. Se las llamó neuronas espejo o especulares. Cuando cogemos un bolígrafo se activan unas neuronas en nuestra cabeza que permite hacer ese gesto. Cuando vemos a otra persona hacer eso mismo, también se activan, a modo de espejo.

 

https://www.youtube.com/watch?v=oPlYLpL-gUs

Las neuronas espejo son las responsables de que nos emocionemos al ver una película, al leer una novela o ver una obra de teatro. Explican que podamos meternos en la piel del protagonista y sentir lo que él siente sin tener que pasar por la misma situación.

La teoría de la mente y las neuronas espejo están en la base de nuestra capacidad para atender y entender a otras personas y, por supuesto, a nuestros pacientes. Podemos estar a ambos lados de una situación de dependencia como la que se observa en el ámbito sanitario, ayudar o recibir ayuda. Y gracias a las neuronas espejo y la teoría de la mente somos capaces de anticipar lo que necesita la persona que se pone en nuestras manos. Este es el motivo por el que no necesitamos que nadie nos enseñe qué necesita la persona que tenemos delante. En muchos momentos, podemos saber que otra persona pasa por una mala situación, lo que puede estar sintiendo y que sentirá alivio al observar que otros se mueven para ayudarle. Sin que nadie nos lo enseñe, nos permiten hacer te escucho, te entiendo, te ayudo.

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